La importancia de la vitamina C

La vitamina C. Más allá de que podemos conseguirla de las naranjas y que es buena para prevenir el resfriado, ¿qué tanto sabemos sobre ella? La realidad es que aunque el conocimiento general sobre este nutriente tan importante no suela salir de estas dos cosas, la vitamina C tiene mucho más para ofrecer.

Es por eso que en esta oportunidad vamos a traerles una explicación simple (pero completa) sobre esta vitamina tan importante. Hablaremos de sus beneficios, de donde puede obtenerse y qué pasa si no consumimos lo suficiente.

La importancia de las vitaminas

Las vitaminas son compuestos esenciales. Esto quiere decir que, aunque nuestro cuerpo no puede producirlas, su consumo es necesario para su correcto funcionamiento. Específicamente son micronutrientes, es decir, que necesitamos solo pequeñas dosis de ellas.

Aunque todos los micronutrientes (y también sus contrapartes, los macronutrientes) son importantes, las vitaminas son sin dudas uno de los más importantes, ya que cumplen un rol fundamental en el metabolismo.

El metabolismo consiste en todas las reacciones químicas que llevamos a cabo para mantenernos vivos. Siguiendo esta línea, las vitaminas son sustancias necesarias para que este sistema funcione.

La vitamina C

Donde se naturalmente la vitamina C

Aunque hoy en día la vitamina C es el suplemento dietario más común, puede obtenerse naturalmente de varias frutas y verduras. Entre ellas, los pimientos aparecen como una gran fuente de este nutriente. Los amarillos contienen 180 120 mg de la vitamina por cada 100g, los rojos 128 mg y los verdes 80 mg.

Otras frutas y vegetales con una alta concentración de vitamina C son la naranja y el limón (50 mg), la frutilla (60 mg), el kiwi (90 mg) y el brócoli (90 mg).

Por otra parte, es importante tener en cuenta que esta vitamina se descompone con el calor. Alrededor de un 60% de su contenido puede eliminarse con la cocción, por lo que para conseguir el mayor efecto, se recomienda consumir las verduras crudas.

 Otros usos de la vitamina C

Por su poder antioxidante, la vitamina C y algunos de sus derivados también es utilizada como conservante. Principalmente se encuentra en frutas enlatadas, aunque encuentra su lugar en una buena parte de productos no perecederos.

La deficiencia de vitamina C

No consumir suficientes niveles de vitamina C puede llevar a la aparición de una enfermedad conocida como escorbuto, que se manifiesta con síntomas como la debilidad, anemia, encías sangrantes y la pérdida de dientes.

Esta enfermedad estaba particularmente extendida en los marineros antiguos, pero por suerte, esta deficiencia es rara en la actualidad debido a la disponibilidad de alimentos ricos en vitamina C.

 ¿Para qué sirve la vitamina C? 

No hay una respuesta concisa y rápida para vitamina c para qué sirve. Este nutriente tiene sencillamente demasiados usos en nuestro metabolismo. Sin embargo, tratamos de reunir los más relevantes.

Reparación de tejido

La vitamina C es fundamental para la reparación y el crecimiento de los tejidos en todo el cuerpo. Participa en la cicatrización de heridas y en la reparación y mantenimiento de cartílagos, huesos y dientes.

 Agente antioxidante

La vitamina C es un potente antioxidante que ayuda a neutralizar los radicales libres en el cuerpo, protegiendo así a las células del daño.

Función en la producción de neurotransmisores 

Esta vitamina juega un papel crucial en la síntesis de varios neurotransmisores, esenciales para el buen funcionamiento del cerebro y el sistema nervioso.

Función en el sistema inmune

La vitamina C fortalece el sistema inmunológico, ayudando al cuerpo a combatir infecciones y enfermedades. Además, mejora la función de las células inmunitarias y aumenta la producción de anticuerpos.

 Es vital para la formación del colágeno

Es vital para la formación del colágeno, una proteína crucial para la estructura de la piel, los vasos sanguíneos, los ligamentos y los tendones.

Los suplementos 

Aunque es posible obtener suficiente vitamina C a través de una dieta balanceada, los suplementos pueden ser útiles en ciertos casos. Estos están disponibles en varias formas, incluyendo tabletas, cápsulas y polvos, y pueden ayudar a asegurar que se alcance la ingesta diaria recomendada.

¿Quién necesita suplementos de vitamina C?

Los suplementos de vitamina C pueden ser beneficiosos para personas con dietas restringidas, como aquellas que no consumen suficientes frutas y verduras. También pueden ser útiles para fumadores, ya que fumar disminuye los niveles de vitamina C en el cuerpo.

Además, personas con ciertas condiciones médicas que afectan la absorción de nutrientes, como la enfermedad de Crohn, pueden necesitar suplementos. Más allá de esto, durante períodos de alto estrés o enfermedad, la demanda de vitamina C puede aumentar, haciendo que los suplementos sean una opción conveniente.

Por otro lado, quienes realicen actividades que requieran un esfuerzo físico constante, como los runners, pueden también necesitar reponer vitaminas y minerales junto con los líquidos perdidos.

 Preguntas frecuentes

¿Qué beneficios tiene el consumir vitamina C?

Algunos estudios muestran que la vitamina C puede ayudar a combatir las infecciones en general y el resfriado en particular. Más allá de eso, también es un gran agente antioxidante, ayuda a la correcta absorción del hierro, y es esencial para la producción de piel, huesos y cartílagos.

¿Qué enfermedades puede tratar la vitamina C?

La vitamina C no puede tratar ninguna enfermedad. Sin embargo, algunos estudios sugieren que el consumo adecuado de esta contribuye a evitar el resfriado común, algunas enfermedades cardiacas, la artritis y algunos tipos de cáncer.

¿Qué hace la vitamina C en la piel?

La vitamina C cumple varios roles en el metabolismo. Entre ellos, contribuye a la reparación de tejido y formación de colágeno y toma parte en el funcionamiento del sistema nervioso e inmune.

¿Cuándo se debe de tomar la vitamina C?

No hay un momento puntual en el que se deba tomar vitamina C. A pesar de esto, al tomarla junto con las comidas puede mejorar su absorción. En general, un adulto necesita alrededor de 80 mg diarios de esta vitamina.