¿Cuáles son los mejores antioxidantes? ¿Para qué sirven?
Los antioxidantes son sustancias naturales o fabricadas por el mismo cuerpo que previenen daños celulares causados por radicales libres.
Estos son causantes de varias enfermedades crónicas como el cáncer, dañando células, tejidos y órganos y promulgando un envejecimiento prematuro.
Las principales causas de radicales libres en nuestro cuerpo son la exposición solar prolongada y respirar aire contaminado, ya sea por el smog o el humo de cigarrillo, incluyéndose como mal habito junto al consumo elevado de alcohol.
Podríamos considerar a los antioxidantes como factores anti-age naturales ya que ayudan a mejorar la salud de la piel, son antiinflamatorios, fortalecen el sistema inmunológico, entre muchas otras más funciones.
En este artículo te contaremos cuáles son los mejores antioxidantes para lograr una salud plena y evitar enfermedades causadas por los radicales libres. Aprenderás cómo adquirirlos, ya sea a través de tu dieta o por suplementos.
Tipos de antioxidantes y en qué alimentos adquirirlos
- La Vitamina C
Este es uno de los antioxidantes más populares y consumidos. Dentro de sus funciones se encuentran fortalecer el sistema inmunológico, mejorar la salud de la piel porque genera colágeno y la cicatrización de heridas y promover la absorción del hierro. También es muy consumido mediante los populares suplementos de vitamina C en forma de pastillas y efervescentes. Aumenta significativamente durante las temporadas frías, en las que la gente adquiere más resfriados y gripes.
Encontrarás este antioxidante en cítricos como las naranjas y limones, las fresas, frambuesas, moras, granada, arándanos, el kiwi, la sandía, la papaya, el melón, la piña, los pimientos rojos y el brócoli.
· La vitamina E
La vitamina E cumple un rol de protección celular, formando glóbulos rojos y ensanchando los vasos sanguíneos logrando evitar que la sangre se coagule dentro de ellos. Mejora la salud de la piel y fortalece el sistema inmunológico.
Las mayores fuentes de este antioxidante son las almendras, maní, avellanas, la espinaca, el aceite de girasol, de maíz, de soya, de germen de trigo y el aguacate. Tomar suplementos de esta vitamina puede ser necesarios si tienes condiciones que impiden la absorción adecuada de grasas, ya que esta vitamina es liposoluble.
· El selenio
Este antioxidante es muy importante para el organismo ya que ayuda a prevenir el daño celular, es crucial en la reproducción y producción del ADN, mejora la función de la glándula tiroidea y fortalece el sistema inmunológico protegiendo al cuerpo de infecciones y daños causados por los radicales libres.
Lo podemos encontrar en las nueces de Brasil, el atún, los huevos y los champiñones. Puede ser necesario suplementar selenio en áreas con suelos pobres en este mineral o en dietas restringidas.
· El Betacaroteno y la Vitamina A
El betacaroteno se convierte en vitamina A mediante procesos internos del cuerpo, tiene fuertes prioridades para mejorar la visión evitando enfermedades como cataratas e infecciones y fortalecer la piel cuidándola de los rayos ultravioletas y ayudan a prevenir las arrugas.
El betacaroteno es el nutriente que causa la pigmentación dorada en la piel a la vez que filtra los rayos solares ultravioleta (UV), lo que nos protege de quemaduras solares. La vitamina A favorece la producción de melanina y el buen funcionamiento de las células de la piel. Curiosamente, además de la protección solar, le brinda a nuestra piel un tono más marrón, de la misma forma que al cabello.
Además, ayuda a disminuir la fatiga al hacer ejercicio físico y reduce el riesgo de adquirir enfermedades cardiacas, ya que contribuye a eliminar el colesterol malo que almacena nuestro cuerpo. Ayuda a prevenir la artrosis.
Se encuentra en alimentos como las zanahorias, las batatas, la calabaza, los melocotones, los albaricoques, la papaya, el brócoli y la espinaca. Si tienes problemas de absorción o deficiencia de vitamina A, recomendamos también tomar suplementos de betacaroteno.
· Los polifenoles
Son muy buenos antiinflamatorios, ayudan a mejorar la salud cardiovascular y tienen propiedades anticancerígenas y que nos protegen de agentes patógenos Estos se encuentran en las plantas y los árboles y los ayudan a protegerse de los ataques externos y del estrés oxidativo causado por los rayos UV. Son las moléculas responsables del color de las mismas.
Por lo que los consumimos a diario sin saberlo en el té verde, las uvas, el vino tinto, el chocolate oscuro y las bayas. Si no consumes estos alimentos se suelen recetar los suplementos correspondientes.
· La astaxantina: el antioxidante más potente
Dentro del amplio mundo de los antioxidantes, la astaxantina destaca por ser uno de los más poderosos ya que tiene una capacidad muy elocuente para neutralizar los radicales libres.
Puede atravesar la barrera hematoencefálica, ofreciendo protección no solo a las células del cuerpo, sino también al cerebro y el sistema nervioso central. Además, se ha demostrado que este antioxidante es 65 veces más potente que la vitamina C, hasta 54 veces más fuerte que el betacaroteno y unas 14 veces más que la vitamina E.
Se encuentra en ciertos mariscos y algas, especialmente en el krill, el salmón y las microalgas como Haematococcus pluvialis.
· La creatina, un antioxidante indirecto
La creatina es un compuesto orgánico que se halla en el cerebro y en los músculos. Esta actúa como un antioxidante indirecto se la suele consumir mediante suplementos para mejorar el rendimiento físico, especialmente en actividades de alta intensidad y corta duración como el levantamiento de pesas y entrenamientos HIIT.
Al realizar este tipo de ejercicios intenso, se produce un aumento en la generación de especies reactivas de oxígeno (ROS), que pueden dañar las células y tejidos.
Por lo que es necesaria la creatina para mitigar este daño al aumentar la disponibilidad de fosfocreatina en los músculos, lo que ayuda a mantener el equilibrio energético celular y reducir la producción de ROS.
Este nutriente puedes encontrarlos en carnes rojas, como el cerdo, la carne vacuna y el cordero. También en varios pescados como el salmón, el atún y el bacalao, en el pollo y en el conejo.
Deja un comentario